¿Cuántas de las empresas que hablan de diversidad e inclusión están realmente comprometidas con estos temas? ¿Son realmente ámbitos inclusivos en la práctica o solamente lo mencionan como una manera de alcanzar cierto estatus social? La realidad es que la diversidad dejó de ser un tema tabú y cada vez son más las empresas que deciden ampliar su visión y crear espacios más inclusivos, como meta común.
En el siglo XXI se han roto varios tabúes, y hoy en día para que una empresa sea innovadora no basta con ofrecer productos o servicios de tecnología superior, sino estar aggiornada a las últimas tendencias de pensamiento. Por lo que dentro de un marco laboral en esta época, el tema de la inclusión y diversidad debería ser prioridad, ya que forma parte de la responsabilidad social. Y una empresa sin responsabilidad social hoy ¿forma parte del ecosistema organizacional?
Diversidad en el ámbito laboral
La diversidad representa las diferencias entre las personas, ya sea en relación con el género, la cultura, la etnia, la educación, la religión, etc. Aplicado al ámbito laboral, tiene que ver con el proceso que realizan las empresas de incluir a personas con características diferentes, promoviendo un cambio cultural, que las ayude a general el éxito de adentro hacia afuera.
Por un lado, los departamentos de RRHH deben generar políticas de contratación para promover plantillas de empleados diversas. Al buscar a los mejores talentos, es fundamental entender que el talento se presenta en formas diversas. Al incluir a diversas personas dentro de sus recursos humanos, se favorecerá al desarrollo de las sociedades, y al mismo tiempo los entornos de trabajo serán más diversos, y más productivos.
También es importante saber de dónde partimos. Esto permite centrarnos en lo que como equipo somos y deseamos permitiendo planificar un recorrido sólido y real que impulsa transformaciones en D+I. Entonces a más de incorporar nuevas voces es necesario escuchar las existentes y generar espacios de expresión genuinos.
Por dar un ejemplo, aunque la brecha por la desigualdad de género ha ido en aumento, alcanzando también al acoso laboral, es notorio cómo el liderazgo femenino ha aportado a una influencia positiva de las mujeres en la gestión empresarial. Por lo que, en el medio seguramente hubo que derribar prejuicios, y deconstruirse de años de ciertos tipos de pensamientos para generar estos cambios. La cuestión es cómo desafiar prejuicios y fomentar la inclusión dentro de las empresas, con todas las diversidades existentes.
10 formas de promover la inclusión laboral en tu empresa
- Adaptar los espacios de trabajo para personas con discapacidades físicas/motoras
- Crear convenios con organizaciones que promuevan la inclusión laboral
- Buscar un balance en la conformación de plantillas de empleados
- Establecer modalidades de trabajo más flexibles o de modalidad remota
- Condenar acciones de tipo discriminatoria que ocurran en las empresas
- Crear políticas de inclusión concretas y por escrito
- Analizar e ir modificando las políticas de contratación pasadas
- Asegurar mismas remuneraciones para empleados que realizan las mismas tareas
- Flexibilizar los requisitos solicitados en las ofertas laborales publicadas
- Generar espacios de charla, interacción entre los empleados con especialistas en temas de diversidad
¿Cuáles son las ventajas de un espacio diverso en la empresa?
Los espacios de trabajo diversos potencian la empatía entre los trabajadores, incrementan la productividad y permiten aprender de manera colectiva, fomentando la unión de equipo. Una empresa donde todos tienen el mismo perfil, no favorecerá a crear diferentes opciones de pensamiento y soluciones para los problemas que se presenten, y tampoco habrá un crecimiento de equipo, donde todos podrán aprender de todos.
Las empresas no deben apostar a la inclusión y diversidad solo por el hecho de ser más productivos y tener más éxito en los negocios, al menos no debe ser esa sola la razón. Sino tener en cuenta que las empresas están insertas en sociedades con las que deben contribuir para promover cambios que favorezcan a todos los que la conforman. Esto es la responsabilidad social empresaria. Garantizar la igualdad de oportunidades, un derecho y un deber de todos los que integran la organización.
Para ser inclusivo y diverso no se necesita ampliar el presupuesto o realizar grandes gastos, simplemente ser consciente de otras realidades, y que aportar nuestro grano de arena hará que vivamos en una sociedad mejor.