El reciente reporte de la American Psychological Association, sobre Trabajo y Bienestar de 2021 reportaron que el 79 % de los empleados había experimentado estrés relacionado con el trabajo en el mes anterior a la encuesta. Además, casi 3 de cada 5 empleados tuvieron impactos negativos del estrés como falta de interés, motivación o energía (26 %), falta de esfuerzo en el trabajo (19 %), cansancio cognitivo (36 %), agotamiento emocional (32 %) y fatiga física (44 %).
Estás estadísticas siguen en aumento si las comparamos con años anteriores. Entonces... ¿qué podemos hacer?
Si en un sistema se produce una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, este podrá generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo. Esto se conoce como el efecto mariposa, y es así como una pequeña acción cotidiana como “RESPIRAR CONSCIENTEMENTE” tienen un gran impacto en nuestro sistema.
Diversos psicólogos han confirmado que la meditación consciente, atención plena o también conocida como Mindfulness, cambia nuestro cerebro y nuestra biología de manera positiva, mejorando la salud mental y física (Carlson & Garland, 2005; Chang et al., 2004; Jain et al., 2007; Manotas, Segura, Eraso, Oggins, & McGovern, 2014; Shapiro, Astin, Bishop, & Cordova, 2005).
El Mindfulness es una práctica milenaria que proporciona un estado mental al concentrarse en el momento presente, mientras se acepta con calma los sentimientos y pensamientos que le llegan, para ayudarlo a relajarse (Oxford English Dictionary, 2020). Uno de sus principales referentes Jon Kabat-Zinn describe a la atención plena como “la conciencia que surge al prestar atención a propósito, en el momento presente y sin juzgar el desarrollo de la experiencia momento a momento” (2003, p. 145).
Aunque normalmente, lo asociamos a un grado de expertise y complejidad, la realidad es que con el hecho focalizar nuestra atención en la respiración como lo hemos hecho al inicio de este artículo ya has comenzado a practicar Mindfulness. Reducir la velocidad de nuestra respiración permite que nuestros cuerpos se recalibren y reduce los niveles de excitación fisiológica.
Según la American Psychological Association el Mindfulness está compuesto por dos aspectos: la atención y la aceptación.
La atención
Consiste en sintonizar tus experiencias para enfocarte en lo que está sucediendo en el momento presente. En general requiere dirigir nuestra atención a la respiración, los pensamientos, las sensaciones físicas en nuestro cuerpo y los sentimientos que estamos experimentando.
La aceptación
Es observar esos sentimientos y sensaciones sin juzgar. En lugar de responder o reaccionar a esos pensamientos o sentimientos, el objetivo es reconocerlos y dejarlos ir. Es importante resaltar que la aceptación no es una aprobación pasiva de la experiencia, sino que permite el proceso de comprometerse con los desafíos de la vida en lugar de evitarlos (Choi et al., 2021).
De esta forma, aceptamos la presencia de pensamientos y sentimientos. Por ejemplo, identificar pensamientos y sentimientos estresantes facilitan la exploración comprometida y la identificación de respuestas adaptativas.
Promover estas prácticas en los distintos niveles de la organización ha demostrado que reduce la angustia psicológica al ayudar a las personas a observar sus pensamientos y emociones negativas de una manera descentrada y menos crítica. Lo ayuda a reducir la reactividad emocional, la evitación experiencial y el compromiso excesivo con las emociones negativas (Hayes & Feldman, 2004). Mejorando las relaciones interpersonales, por ende el clima laboral.
En el camino de mejorar la vida de los colaboradores dentro de las organizaciones y de nosotros como líderes que guiamos con el ejemplo. El mindfulness ayuda a que en la vorágine del día a día y del trabajo paremos unos segundos para mirar lo que está sucediendo, conectar con el presente, hacer foco en nosotros mismos y en nuestro cuerpo.
Además, es un recurso que se puede movilizar para inducir un desarrollo de liderazgo auténtico y transformacional con comportamientos organizacionales positivos. Los datos de la investigación de Konte y Xiaohui (2021) muestran al Mindfulness como un predictor de estilos de liderazgo transformacional y auténtico, que resultan ser los más potentes promotores del desempeño en el trabajo.
La ciencia respalda que realizar prácticas de Mindfulness son beneficiosas en la reducción del estrés. Por ello, es importante monitoriar los niveles de estrés que tienen tus colaboradores y proponerle ejercicios que ayuden a su bienestar.
Ten en cuenta que independientemente de cual sea el origen del estrés, sea que provenga de nuestro trabajo, familia o amistades, el estrés es un hecho inevitable de la vida. De hecho, una de las características más frustrantes del estrés es su parecido al de una bola de nieve, aprovecha su propio impulso y ¡nos estresamos por estar estresados!
Si esto te sucede, práctica estos 3 pasos:
1) Di 3 cosas que veas
Cuando tu cerebro anda a toda velocidad esto ayuda a centrar tu mente, interrumpir patrones inútiles y te traerá al momento presente, y preguntarte ¿qué es lo que siento o pienso? ¿Qué quiero y qué necesito? Y recuerda:
He estado allí, más de lo que imaginas. Confía que todos podemos acomodar todas nuestras emociones y aprender de ellas, y los invito a empezar por algo sencillo y con unos minutos al día, para cuando te des cuenta el efecto mariposa habrá cumplido con su cometido.