El “bienestar corporativo” o “Wellness”, como suele conocerse, siempre fue visto como un “beneficio extra” para los colaboradores (ofreciéndoles gimnasio y frutas) y no como una acción estratégica en vistas de generar un impacto redituable para el negocio.Sin embargo, esto se está repensando. Comenzando a poner el foco de trabajo en la reconversión en torno a la idea de “Organizaciones Saludables”. Este concepto se inspira en el modelo de la OMS que la define como el “estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedades o afecciones”.
Asimismo, la OMS también refiere a una empresa saludable como “aquella en la que los colaboradores y jefes interactúan en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, seguridad y bienestar de todos los miembros y la sustentabilidad del ambiente de trabajo en base a cuatro indicadores".
- La salud y la seguridad concernientes al ambiente físico de trabajo.
- La salud, la seguridad y el bienestar concernientes al medio psicosocial del trabajo incluyendo la organización del mismo y la cultura del espacio de trabajo.
- Los recursos de salud personales en el ambiente de trabajo.
- Las formas en que la comunidad busca mejorar la salud de los trabajadores, sus familias y de otros miembros de la comunidad.
Por tanto, estamos hablamos de centrarnos y analizar los 3 entornos claves que impactan en la mejora de la experiencia de los colaboradores en la organización, ya que lo que se busca es proponer ambientes confortables, agradables y saludables, que generen en los colaboradores ese sentimiento de “bienestar” que les permita afrontar la jornada laboral de la mejor manera.
Alineado a esto, la universidad de Harvard presentó en el 2010 un estudio que tituló What’s the Hard Return on Employee Wellness Programs? (¿Cuál es el retorno de los programas de bienestar del colaborador?) estableciendo 6 pilares fundamentales para promover un “Programa de Bienestar” efectivo:
#1 Acompañamiento en todos los niveles de liderazgo: Un programa de bienestar, como cualquier otra iniciativa que aspire a tener éxito, requiere de un serio compromiso y acompañamiento de todas las líneas de liderazgo. Esto incluye a los líderes de la alta dirección como a los de mando medio, integrando las metas de bienestar propia y de su equipo, a las del negocio. También propone la creación de un responsable del programa, que logre vincular la cultura a la estrategia de la organización.
#2 Alineación: Vinculado al punto anterior, no solo los líderes de la compañía deben estar alineados, sino toda la organización en su conjunto por medio de una estrategia alineada, lo que en definitiva marca la identidad de la compañía. Es importante recordar que cualquier cambio, y mucho más uno cultural como este, lleva tiempo y solo la consistencia de esta alineación lo hará sólido y creíble.
#3 Alcance, Relevancia y Calidad: Los programas de bienestar deben ser mucho más que dieta y ejercicio, cada colaborador es único y tiene sus propias necesidades, por lo que debiera ser un programa flexible que permita al colaborador detectar su oportunidad de mejora y acompañarlo a trabajar en él.
Este proceso de “detección y acción” debe ser simple de comprender, atractivo, que genere entusiasmo en participar y sobre todo de calidad, de lo contrario, no tendrá éxito.
#4 Accesibilidad: Es importante que cualquier solución que la organización ponga a disposición sea simple y de fácil acceso. Incluso con posibilidad de aplicarlo dentro del horario laboral y en las instalaciones de la organización. La integración en el lugar de trabajo es esencial y muy conveniente para la mejora de los resultados que tendrá la organización, debido al impacto positivo en el “People Experience”.
#5 Asociaciones: No hay que ser especialista en el tema para lograr implementar un buen “Programa de Bienestar” se pueden generar comités internos para
co-construirlo o con referentes externos, como proveedores especialistas que pueden proporcionar propuestas atractivas e inteligentes.
#6 Comunicaciones: Es parte esencial para pretender que cualquier resultado sea positivo. Cómo y qué se transmite antes, durante y después pueden marcar la diferencia. La sensibilidad, creatividad y la diversidad de los medios son piedras angulares para el éxito de cualquier programa.
¿Cómo repercuten aplicar este tipo de programas?
- Reducción de costes: Solo mencionando los ahorros en atención de salud tanto física como mental (como resultado del Burnout) por sí solos arrojan un ROI (Retorno sobre la Inversión) impresionante.
- Mayor productividad: Quienes participan de los programas de bienestar tienen menos índices de ausentismo por temas relacionados con salud y tienen un mejor desempeño en el trabajo que sus contrapartes no participantes.
- Mayor engagement: El orgullo, la confianza y el compromiso del colaborador se incrementan, lo que contribuye a crear una organización con un mejor indicador de engagement.
Estos son motivos suficientes para prestar atención al tema. Todas las organizaciones, sin importar el tamaño o el presupuesto, pueden implementar prácticas de bienestar laboral. Como primera medida será necesario recolectar información relacionada a la percepción de los colaboradores a través de una “Pulse Survey” sobre los temas.
Con esta información, se puede establecer un plan de acción que incluya otros datos recolectables y relacionados a la salud de los colaboradores. Permitirá conocer sus hábitos alimenticios, físico e incluso su estilo de vida. Lo que logrará generar planes a medida en aspectos nutricionales, manejo del estrés y actividades recreativas.
